Explore palacios y tumbas de estas “ciudades perdidas” en las Américas

¿Qué significa decir que una ciudad está “perdida”? Sabemos dónde encontrar los restos de la mayoría de las grandes ciudades antiguas, y muchos lugares comúnmente considerados perdidos no eran desconocidos para las sociedades regionales.

Lo que generalmente se pierde no es la ubicación de una ciudad, sino su historia, su contribución al mundo. En calles agitadas, ciudades y pueblos antiguos albergaban diversos elementos culturales: gobernantes, trabajadores, tipos de comida, combates, mercados, templos, niños y mascotas. Cuando las ciudades desaparecen, las experiencias humanas también desaparecen.

El trabajo del arqueólogo es reimaginar estas historias, ladrillo a ladrillo. En todo el mundo, los arqueólogos siguen descubriendo grandes centros urbanos que son pruebas de la sofisticación de las primeras culturas. Nuevos descubrimientos realizados con la tecnología de Light Detection and Ranging (LIDAR, por sus siglas en inglés), un método de medición y detección mediante láser, han revelado cientos de centros ceremoniales olmecas y aztecas en México.

Pero persisten los desafíos para preservar estas ciudades antiguas. La extracción y la perforación de petróleo y gas amenazan los delicados yacimientos arqueológicos de los pueblos anasazi, en el Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco, en el estado de Nuevo México, en los Estados Unidos. Esto hizo que el presidente Joe Biden anunciara una medida que busca una prohibición de 20 años de duración de perforar dentro de un radio de 16 kilómetros del asentamiento de enigmáticas casas de arenisca y fosos ceremoniales circulares con revestimiento de piedras.

Explore palacios y tumbas de estas “ciudades perdidas” en las Américas

“El Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco es un sitio sagrado que tiene un profundo significado para los pueblos indígenas. Es donde sus antepasados vivieron, trabajaron y prosperaron en una comunidad del desierto alto”, dijo Deb Haaland, Secretaria del Interior de los EE. UU. “Es hora de planificar medidas de protección más duraderas para el rico paisaje del parque”.

Explorar la región en la que se encuentran el Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco y otros asentamientos antiguos en las Américas brinda a los turistas una comprensión más amplia del pasado y demuestra la importancia de conservar estos lugares. A continuación, se indican tres ciudades eminentes en América del Norte y América Central que permanecieron ocultas durante un período, pero ahora están en los mapas de arqueólogos, conservacionistas y turistas.

Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco: cultura anasazi, Nuevo México

Aproximadamente, desde el año 800 al 1200 d.C., los pueblos anasazi cultivaron, comerciaron y llevaron a cabo ceremonias religiosas en el desierto alto que rodea el Parque Histórico Nacional de la Cultura Chaco, en lo que ahora es el estado de Nuevo México. Para regar sus cultivos de maíz, calabaza y frijol, los habitantes de la región aprovecharon el flujo intermitente de los arroyos locales a través de canales y acequias. Los comerciantes llevaban mercancías exóticas, como guacamayos rojos y cacao, de los pueblos mesoamericanos del sur.

La civilización del Chaco comenzó a dispersarse alrededor de 1140 d.C., quizás debido a una serie de sequías severas. A fines de siglo, la región estaba completamente abandonada. Aunque los pueblos originarios, como los ute y shoshón, emigraron a la zona en siglos posteriores, el primer viaje documentado a la región donde ahora se encuentra el parque fue una expedición en 1823, en la que hombres, bajo el mando del gobierno mexicano, descubrieron las ruinas antiguas.