Las trampas de Vero, la madre fugada, para incriminar a su ex marido: somníferos, porno infantil y presiones a sus hijos

Presiones a los niños para que verbalizaran abusos sexuales falsos, luego descartados por los psicólogos. Pastillas para drogar a su ex y así poder usar su móvil mandarse a sí misma amenazas telefónicas. Manutenciones para los niños que supuestamente no se pagaban, pero de las que luego aparecen documentos que demuestran que sí. Llaves de coche que desaparecen con la intención de «meterle porno infantil a él» en el vehículo...

Estos eran algunos de los presuntos manejos de Verónica Saldaña, la madrileña de 33 años en busca y captura desde hace siete meses, para intentar incriminar a su ex marido, José Manuel Ortiz, de 34, de abusos falsos contra ella y sus dos niños, según dos testimonios a quienes la Policía otorga un alto grado de credibilidad, según ha podido saber este diario.

La mujer permanece en paradero desconocido con Ízan y Jorge, los dos mellizos de siete años que la mujer tuvo con José Manuel Ortiz. Sobre ella pesa una orden de busca y captura y la Policía intenta que se cumpla la orden del juzgado de que comparezca ante la Justicia.

Mientras, ella sigue saliendo en televisión. Hoy mismo lo ha hecho en 'El Programa de AR', en Telecinco, donde ha asegurado que es "una víctima de la persecución del Estado español a las mujeres maltratadas" y que "la ONU investiga al juzgado" de Pozuelo de Alarcón (Madrid) que la pretende detener.

Este es el catálogo de las maniobras denunciadas por dos amigas de la prófuga, que se han declarado aterradas por la situación de los niños, que no acuden a clase desde el curso pasado y están en manos de Saldaña. Este diario intentó obtener la versión de la afectada a través de su abogada, Antonia Ortiz, tanto por escrito como telefónicamente, pero no recibió respuesta.

Audios presionando a los niños.

Marzo de 2020. C.O.D., una amiga íntima de Saldaña, la ha animado a separarse de José Manuel Ortiz después de escuchar los abusos a los que presuntamente él la somete y la pone en contacto con los servicios sociales de Pozuelo. Una trabajadora social, llamada María, da a la mujer pautas sobre cómo tratar a los niños abusados sexualmente por su padre. También le insiste en que no pregunte a los niños por los hechos, sino que espere a que lo hagan profesionales. Poco después, Verónica le envía a C.O.D. audios en los que ella misma interroga a los niños y, según declara su amiga a la Policía, "les presiona para que cuenten las supuestas agresiones". C.O.D. guarda los audios, que pone después a disposición de los agentes. También descubre luego, según afirma a los agentes, que los audios eran de noviembre de 2019. Un mes en que ella recuerda a Verónica haciendo "vida normal", sin referir ningún problema de abusos sexuales de su pareja a los niños.

Somníferos para drogar a su ex

Verónica Saldaña pide a su amiga C.O.D. un fármaco que esta usa para dormir, Zolpidem. Su plan, le confiesa, es «tenderle una trampa a José Manuel», como declarará luego a la Policía. Verónica quiere los fármacos para, según le dice ella misma a su amiga, dormir a su ex y «enviarse amenazas desde el móvil de él al suyo y así poder acusarle». C.O.D. se siente lógicamente alarmada por lo que le pide Verónica, pero declara que cedió al insistir su amiga en su condición de mujer maltratada y al escuchar que «José Manuel la ha amenazado con matarla y enterrarla en un descampado». Según su testimonio, Verónica le dice que su ex envió realmente esas amenazas, pero que luego se hizo con el móvil de ella y las borró. C.O.D. le proporciona finalmente el medicamento, aunque le pide, según mensajes a los que ha tenido acceso este diario, que haga un uso responsable de fármaco. C.O.D. afirma a la Policía desconocer qué sucedió más tarde.

Trama de pederastia

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C.O.D declara también a los agentes que, durante los dos meses que Verónica Saldaña, sus dos hijos y sus padres pasaron en su casa, antes de ser declarada en busca y captura, la mujer y su madre "intentaban influenciar a los niños en contra de su padre hablando de una supuesta trama de pederastia". Verónica también mencionará esta trama en otros foros: sostiene que tanto José Manuel como diversos jueces de Pozuelo organizan orgías pedófilas en "un castillo" en que se intercambian a sus propios hijos. C.O.D. declara también que "Verónica se encerraba con ellos y les grababa para que dijesen lo que ella quería y difundir esas grabaciones y enviarlas al Consejo de Derechos del Niño de la ONU". Asimismo, la testigo declara que Verónica le pidió que denunciase tener conocimiento de esta trama, a lo que C.O.D. se negó, y su amiga la "chantajeó emocionalmente diciéndole que sólo ella podía salvar a los niños".

La cobertura de su familia

C.O.D. asegura también a la Policía Nacional de Pozuelo que en una ocasión, mientras los Saldaña y los hijos de Verónica estaba en su casa, se presentó allí Yaiza, la hermana de esta, y pudo escuchar desde una habitación contigua una conversación entre las dos hermanas. La testigo declaró que pudo escuchar claramente a Yaiza recriminarle a esta "que la utilizara para denunciar a José [Manuel] por hechos falsos, oyendo perfectamente a Yaiza decirle: 'Estoy hasta la polla de que me metas en tus mentiras, que me hiciste lo mismo el día de las tijeras, no sé cómo mamá te sigue haciendo caso'". La presunta agresión a la que siempre se refiere Saldaña por parte de José Manuel se produjo al principio de su separación, en 2020, con unas tijeras, por lo que se le pide al padre un año de cárcel. C.O.D. le preguntó luego a Yaiza Saldaña por la conversación escuchada, y ésta, según el testimonio ante la Policía, «le confirmó que todo había sido un montaje tramado entre Verónica y su madre para culpar a José».

Falsos impagos por parte del padre

Verónica aseguró a su amiga C.O.D. que su ex pareja no le pasaba la manutención para sostener a los hijos mellizos de ambos, Ízan y Jorge, pero luego esta halló en su casa recibos que contradecían esa versión. Saldaña, según el testimonio de la amiga que la ayudó a huir, se victimizaba constantemente, haciendo referencia a constantes agresiones por parte de José Manuel. "En realidad yo me creí que él la pegaba porque, además de que ella me había contado en ocasiones que la presionaba con que tenía que adelgazar, es verdad que José Manuel era un tío muy reservado, que siempre era muy silencioso cuando nos veíamos". C.O.D. estimó ante los agentes que Saldaña aprovechó ese carácter cerrado de su ex pareja para hacer más creíble su discurso de maltratada.

Quebrantamiento falso de alejamiento

C.O.D. declaró también a los agentes que Verónica Saldaña denunció falsamente a su ex pareja por un supuesto quebrantamiento de la orden de alejamiento con respecto a ella, y para ello se valió de unos contactos "inexistentes" a través de la red social Instagram. C.O.D. le pidió a Verónica, según la versión de la primera, la prueba de dicho contacto. Al no mostrárselo esta, sospechó de la veracidad de la denuncia y le reprochó su posible falsedad. Verónica le dijo que iba a denunciar igualmente a su ex por quebrantar la orden de alejamiento de 200 metros, y que lo haría "en fin de semana", para que José Manuel fuera necesariamente detenido, con arreglo a la Ley de Violencia de Género, y que "se jodiera". Verónica puso en efecto la denuncia, pero la Policía no localizó a José Manuel hasta el domingo.

Balizas y porno infantil

C.O.D. llega a declarar a la Policía que Verónica le aseguró que uno de sus planes para forzar que José Manuel se saltara la orden de alejamiento era colocarle "una baliza en el coche para localizarle y dirigirse ella al lugar". La mujer contó también a la Policía que Verónica le llegó a admitir que se había quedado años antes unas llaves del coche de José Manuel, y que su plan era colocarle dentro del vehículo «pornografía infantil». C.O.D. aseguró a los agentes que ella escuchaba todo aquello con intranquilidad, pero que siempre entendía que los manejos eran "defensivos" y que ayudaban a Verónica a "huir de una situación de maltrato".

Somníferos con A.T.T., otra amiga

Ante los agentes de Pozuelo ha declarado también una segunda persona, A.T.T., quien ha admitido que entró en contacto con Verónica Saldaña en diciembre de 2019, y que esta en todo momento se le presentó «como una víctima de violencia de género». Este testigo declaró a los agentes que acompañó a Verónica a la sede de un banco, donde trabajaba una persona que iba a facilitarle Zolpidem con el objeto de drogar a su ex pareja. Con ello, Verónica pretendía «dormir a su ex pareja y fingir un quebrantamiento de orden de alejamiento usando el teléfono de este», y también «enviarse a sí misma mensajes amenazantes desde el teléfono de él». A.T.T. pasó con Saldaña el principio del confinamiento por Covid y observó cómo esta, dijo a los policías, se dedicaba a «contactar con personas por medio de internet para pedirles dinero por su supuesta situación personal de mujer maltratada».


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